Cementerio de Nueva Orleans

Miro a la Dark.

-Lo cierto es que no lo recuerdo, pero seguro que era rubio.- bromeo.

-Ja!! tenia el pelo tintado... ¿enserio quien eres?

Me rio.

"tú peor pesadilla" No, eso suena demasiado trágico.

-Zandra, me llamo Zandra.- digo desafiante.

-¿Pero no eres la Zandra que yo conozco verdad? bueno dejalo, porque te convertiste?

-Por miedo...- digo a media voz.

Me levanto,
-Tengo que marcharme, demasiado tiempo cerca de una Dark es peligroso, entiendeme, si te provoco podemos acabar mal una de las dos.

Abro un circulo de oscuridad y me marcho al Katoteros.

Me quedo muy confundida, miro al rededor y me largo de allí.

Tras, toda esa experiencia, y con el enigma en la mente me transporte a mi casa.

Entré al cementerio, andaba lentamente, pasando la mano por las lapidas que estaban a la altura de mi cintura.
Me encantaban los cementerios, desde pequeña me habían atraído. Cuando mi padre vivia...ibamos a poner flores a la tumba de sus padres.
Ahora él estaba muerto y mi madre tambien.
No habia ido nunca a ponerles flores a la tumba porque ni siquiera sabía si alguien los habría enterrado..dejé de pensar en eso y seguí paseando entre las lapidas.

Cogí una rosa y me senté en un banco que había.
Echaba de menos a Zamorak...llevaba varios dias sin verle. no sabia nada de él.Seguramente habia conseguido lo que queria y ya está..y se fue..
Me tumbé en el banco y aspiré el aroma que soltaba la rosa y me quedé dormida.
Al rato me desperté y me dirigí hacia el bosque. Tal vez hubiese alguien por ahí.

Llego al cementerio con el cadaver y lo devoro hasta dejar los huesos limpios. Los tiro a un rincon y me tumbo en forma de lobo. Pasare la noche en el cementerio.