El Santuario

[b]El Santuario es un bar regentado por una familia de Were-Hunter. Puede ir cualquiera, sea de la raza que sea, siempre y cuando respete la norma de Mamá Oso: no hay peleas en el bar. De ningún tipo, si tienes algún problema con algún cliente, lo solucionáis en la calle, pero no dentro del bar.[/b]

Hacia mucho que no me pasaba por allí y era extraño, me gustaba es local, era el lugar perfecto para encontrar gente, aun que mamá oso prohibiera peleas, echar una cabezadita no está nada mal... y yo... yo solo entraba en sus sueños y se los hacia más agradables, almenos al principio, no soy una mala chica.

Avancé hasta la barra y pedí un Martini con Vodka, a lo Agente 007.

Serví lo mas rápido que pude Martini con Vodka que me pedían aunque estaba un poco distraída, hoy no tenia un buen día y estaba pensando en salir de detrás de la barra e irse a dormir un rato asta que se le pasara la migraña.

-¿Hace mucho que trabajas aquí.?- le pregunté a la chica que me había servido la bebida.- No te había visto nunca, o simplemente nunca me he fijado.

Era una noche aburrida, llevaba varias hroas en el bar y no pasaba nada interesante. Odiaba que la gente fuera tan buena. ¡Si son sólo un par de normas! Pero no sería yo quién las rompiera, queria un lugsr donde de vez en cuando pudiera ver a un candidato bueno para almorzar.
Esa noche no había nadie que mereciera la pena: sólo los hijos de mamá oso y poca gentuza más. Menos mal que no era siempre el bar la única opción para buscar víctimas.
Observó a la figura que se iba a meter un vodka-martini entre pecho y espalda.

Unos años… No te habrás fijado prefiero pasar desapercibida, aunque... Yo tampoco te había visto nunca por aquí…

-Será por mi corte de pelo.- me toqué el pelo con aire coqueto y luego me volví hacia el chico que sabía que me miraba.- ¿Por que no te acercas aquí Daimon?.- dije con una voz seductora.-yo invito.

Soy bonita y él tambien lo sabe, si no quiere acercarse no pierdo nada, solo pierde él.

Le pareció que la mirada que le había dirigido era un tanto lujuriosa, o simplemente es que llevaba demasiado tiempo sin sexo, de cualquier forma, se levantó y se dirigió a la barra.
- ¿Cómo te llamas?

-Seguramente es eso.

Me aleje y observé como a mujer coqueteaba con aquel daimos. Puff no sabia muy bien porque pero odiaba a los daimons.

-si quieres algo mas... dimelo

Esa camarera no le caía bien. Siempre le miraba mal. Daba gracias al cielo porque se hubiese largado.

Me miré el reloj de mano y luego a la chica que se iba, me volví hacia el chico.

-Lo siento tengo que irme.

La sigo a ella.

Era un lugar que siempre me havia gustado, ponian buena musica y los precios no estaban por las nuves ni mucho menos.

El local estaba como siempre, no havia mucha gente, una camarera apagada, y gente ligoteando...

-Perdonar que os moleste, quereis pendientes? son artesanos y a buen precio.

La chica no me hice ni caso, asique desiste y deje el negocio por unas horas...

-Perdona...me pones un whisky con limon por favor

Una vez en el interior, mis agrietados ojos derramaron sus primeras lagrimas, el humo en el local era un poco molesto, me apoye en la barra. Aquella persona que me ayudo me inspiraba confianza, almenos a primera vista parecia buena gente, quizas seria interesante conocerla mucho mejor.

- Gracias señorita, muy amable. Cual es su nombre?

Pedi un chuleton de buey y una racion grande de patatas fritas, una ensalada variada y una gran botella de agua para calmar mi sed,

-Alondra.- contesté.- Y no ha sido nada.

Me senté en una de las taburetas y miré a la chica de aspecto alternativo que no estaba muy lejos de mi. Era humana.

Senti que alguien me miraba, mire hacie donde estaba, volvi la vista a mi cubata, y segui bebiendo, mira que estaba buena esa bebida..

Empece a comer con las manos, agresivamente, como si fuesen a quitarme el plato de delante, habian sido muchos dias de hambre y ahora tenia delante de mi un manjar exclusivo de los dioses. Devore los platos uno tras otro, miraba a Alondra de reojo, era de las pocas personas que me habian ayudado en esta vida.

Repeti plato y me estomago empezo a incharse, me empezaba a notar saciado, ahora tan solo necesitaba descansar, necesitaba una cama donde tumbarme y poder dormir todo lo que no he podido en estos dias. Se que me preguntaran de donde vengo y que me ha pasado, pero de momento sera mi pequeño secreto.

Despues de tomar un delicioso cafe me despedi de Alondra dandole las gracias por todo y me dirigi a un mugiento hostal cercano, alli x un modico precio me daban una habitacion. Me quite la ropa y me di una buena ducha con agua caliente, mi cuerpo parecia resucitar.

Al salir, me lance sobre la cama de un salto y en la misma postura en que cai, me quede dormido.... profundamente dormido.

Ví como el chico hacia el animal llegaba a ser obsceno, y a mi las obscenidades, amenos que fueran sexuales, no me gustaban para nada, ante todo mantener el control y la diginidad. Él se marchó aprobeché para pedirme otro Martini con ´Vodka y me coloqué en una de las mesas del bar.

Entro en el bar para hacer algo de tiempo. Saludo a mama-oso, me dirijo al rincón de siempre y pido una caña.
El bar está tan vacío como siempre, la camarera recogía los destrozos de lo que parecía mas un asesinato que una cena, y mi cerveza no llegaba...

-¿ A quién tengo que matar para que me den de beber en este antro?

-Si vas a matar a alguien.- digo desde lejos.- Procura que no salpique.

Abro mi bolso y saco un cigarrillo, el vicio me mata, de placer, pues no puedo morir, me rio de mis propios pensamientos y miro al were que ha entrado hace poco, se les nota en sus andares y sus forma de actuar y comportase, llevo años mirandolos a todos.

-Si antes no me muero de sed.- contesto malhumorado.

Estos dream tienen la fea costumbre de meterse donde no les llaman, la miro desafiante y veo como saca uno de esos apestosos cigarrilos, si al menos fuera tabaco de verdad...

-¿Tienes algún problema?- Alzo una ceja.-Por que si tienes algún problema dimelo haber si es solucionable.-Digo con un tono de voz amenazante.

Bestias, animales inmundos, ¿Que hacen viviendo entre la población?
Le doy una calada al cigarro, nicotina...

-Claro que tengo un problema, por si no te has dado cuenta me muero de sed. ¿Quieres solucionarlo?, pues traeme un birra- contesto en tono vacilante.

Sin duda es orgullosa, da una calada en una posicion defensiva, sus manos se muestran agresivas y me mira con media sonrisa, sin duda, toda una mujer fatal.

Sonrio

Me levanto, me acerco a la barra y cojo la cerveza que uno de los hijos de Mamá-Oso iba a llevarle al were. Avanzó hasta él y me siento a su lado, pongo la cerveza encima de la mesa, no me gusta la cerveza, no me gusta nada, aun así bebo de ella hasta que no queda más que unos pocos centimentros y la dejo encima de la mesa.

-Estaba fresquita.

Mama-oso me trae otra cerveza, la perra esta quiere jugar duro, y yo soy un perro muy grande.

-Así que ademas de meterte en todo te gusta putear eh?, en fin dream, no me interesa lo que haces, ni adonde vas, ni de donde vienes.Así que vete a darle la lata a algún humano salido que no sepa mirar mas que a tus pechos.

Uno ya no puede ni beber tranquilo...

Vuelvo a sonreir, me levanto, me acerco a la cara de él.

-Puedo hacerte la vida imposible.- le susurro al oido, luego me doy la vuelta y salgo del local después de dejar un billete de 20 dolares sobre la barra.