Calles de Nueva Orleans

-Tranquila, cuatro patas corren mas que dos- le susurro al oido.

-Hola! yo tambien existo y solo tengo dos piernas.

-Nunca montaste en lobo¿?

-Ni lo voy a hacer.- tuerzo el gesto.- eres grande pero no tanto.

-No me subestimes- le digo mientras le guiño un ojo

A escondidas desde un punto donde no pueden verme pienso lo desagradable q se me hacia encontrarme con una escena como sta mientras lo unico q yo buscaba era una presa para poder sobrevivir un dia mas....

Mejor desaparecer de aqui y buscar ala pobre alma q le tocara esta noche darme el placer de la vida eterna.

Desapareciendo asi y dejando un pensamiento de odio al ver q otro diamon estaba tan cerca suya.

Miro al Dark con sorpresa, no espero encontrarlo allí.

<<Es guapo>>
<<No me gusta>>
<<Si te gusta y le deseas>>
<<No>>
<<Te parece muy sexy>>
<<Calla>>
<<Jajajajaja>>

Aparece el dark del otro dia, esta es la nuestra.

-Rapido, vamos- le digo a Zandra mientras el dark es arma

Le sujeto el brazo con fuerza.

Me coge del brazo y nos teletransportamos al pantano, el santuario cada dia es menos seguro.

Mato a dos de ellos, pero me hieren, acabo escapando de ellos como puedo.

Vuelvo al parque. No queda mucho de la pelea de ayer, solo alguna que otra salpicadura de sangre y las revoltosas huellas del forcejeo.
Parece que el dark pudo escapar con vida, y a mi pesar tambien Salazar...

Camino enfadada, enrealidad con ganas de que algo emocionante pase en mi vida, no estoy lejos del barrio francés pero no me apetece llegar hasta allí, simpre hay gente saliendo de pub's.
Veo una cafetería de 24 horas abierta, entro.

-Un café.- lo pido aun que no me guste, no quiero dormir.

Llevo toda la tarde intentando averiguar que paso anoche, del dark y de salazar no tengo rastro, por lo que se los otros dos daimons estan muertos. Entro en una cafeteria sediento y me topo con Zandra, no hago ruido y me siento a su lado en silencio.

-Ni se te ocurra tocarme.- le digo cuando me doy cuenta que efectivamente es él.- me llevo el café caliente a la boca y bebo, amargo... como yo, como estoy en estos momentos.

-He estado toda la tarde investigando. Me tope con un arcadio y tuve que darle esquinazo, por eso no he podido ir al santuario- le miro arrepentido- siento haberte dejado sola.

-Eres libre de hacer lo que te de la gana lobo, yo solo te he dicho que ni se te ocurra tocarme.- me acabo el cafe, pago y salgo a la calle, hace una buena noche, camino despacio por la calle observando a cada humano que me cruzo.

Sale a la calle, esta muy enfadada. La sigo y solo puedo mirarla en silencio.

Me paro, me vuelvo hacia él y camino hasta estar delante suya.

-Deberias haber venido, no deberias haber dejado allí sola.- le golpeo con fuerza el pecho, con las dos maños, con ira, pena y desesperación.

Tengo un grave problema con la soledad.

-Queria saber porque te seguían, ultimamente eres el centro de darks y daimons.-le digo en un susurro- Siento haberte dejado sola, pero lo ultimo que querria es ponerte en peligro.

-Soy su centro de atención porque estoy entre unos y otros, si me hago Daimon me reclutaran y me protegeran como parte de la familia, somos seres que suelen cazar en grupo y estamos liderados por otros más fuertes... ellos me quieren entre sus filas porque mi padre es un importante Daimon, y los darks esperan que llegue el momento para matarme.- me callo, lo he dicho todo de golpe, no puedo más.

Escucho sus palabras seriamente.

-Yo..., no se que pinto en todo esto, lo unico de lo que estoy seguro es que te quiero, pase...lo que pase

-No deberias quererme Anatol, solo voy a hacer tu vida más complicada...
Le doy la espalda y sigo caminando después de serenarme un poco.

La agarro por la espalda y le susurro.

-Tu me has devuelto la vida.